ASPECTOS PSICO-SOCIALES Y TOXICOLÓGICOS EN VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL EN ESTADO DE SUMISIÓN QUÍMICA
Contenido principal del artículo
Resumen
La violencia sexual hacia las mujeres representa un importante problema de salud pública del que se desconoce su magnitud real. Conforme a datos de la Organización Mundial de la Salud, aproximadamente un tercio de las mujeres (35,6%) experimentará violencia física o sexual por parte de su pareja o de alguien distinto a lo largo de su vida. Esta violencia, en parte, sería una manifestación extrema de la misoginia y del sexismo de la sociedad dominante (1). Tratando el tema desde la perspectiva de género, según la antropóloga Rita Segato (2017), las relaciones de género son un campo de poder y los crímenes sexuales deberían llamarse crímenes de poder, de dominación y de punición. En ese contexto la violencia sexual como amenaza es un mecanismo de control sobre la mujer, el cual constituye el miedo a ser violada; por tanto, limita su autonomía y libertad sexual. Los procesos sociales con base en una organización patriarcal, binaria y jerarquizada de la sociedad que sitúa a las mujeres en una situación de inferioridad con respecto a los hombres hacen que estas prácticas cotidianas se vean normalizadas, naturalizadas e invisibilizadas.